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miércoles, 25 de marzo de 2015

Regreso al Futuro III (Back to the Future. Part III)

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Ya que estamos en el 2015, año en el que se celebra el 30 aniversario del inicio de la saga, y al que viaja Marty en la segunda parte de la historia, voy a cerrar el análisis de los viajes en el tiempo de esta trilogía cinematográfica con Regreso al Futuro III (Back to the Future. Part III, 1990).

En este caso nos encontramos con una película muy alejada de la complejidad de la anterior, donde los viajes en el tiempo eran determinantes para toda la historia, y lo que vemos en pantalla es un western en toda regla. Aún así se deben aclarar ciertos asuntos de lógica en esta película.

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El primero de ellos, y el que trae más polémica es el concerniente a los DeLorean. El Doc de 1885 dice en la carta que no puede volver al futuro porque se ha estropeado un componente que no está disponible en esa época. Y luego, cuando Marty viaja a 1885 pierde toda la gasolina porque los indios le agujerean el depósito. Muy bien, entonces, si tenemos un DeLorean, con el que Doc viajó al pasado y que va a estar durante 70 años en la cueva con un microchip roto pero con gasolina, y luego tenemos un segundo DeLorean sin gasolina, pero con el microchip funcionando, ¿por qué no cambian la gasolina o el microchip de un coche a otro? Sin duda la única respuesta que pueden dar los protagonistas a esta pregunta es la que te darían la mayoría de los espectadores: ni se me había pasado por la cabeza.

Pero aún hay otra cuestión más relacionadas con el mítico DeLorean. Si al principio de la segunda parte, cuando Doc vuelve del 2015, coge basura para usarla como combustible, ¿no debería seguir funcionando el automóvil en el resto de la saga con restos? ¿Se estropeó también esa parte del coche?

También se cuestiona en uno de los cientos de análisis que se hacen de la película que el Doc que está en 1885, que ya ha vivido 1985 y 2015, no sepa que morirá en el oeste por una deuda de 80$, ya que Marty se lo dijo en 1985. Sin duda el que realiza este análisis no tiene en cuenta que el Doc que se ve en 1985, en la tercera parte, no es el mismo que está en 1885, sino que es un doble de un universo paralelo. Aún así, muy observador.

Y por último, y para terminar este completo análisis de la trilogía. Cuando Marty vuelve a 1985 y ve a su familia dice: "Menos mal que habéis vuelto a la normalidad". Sin embargo el 1985 que se ve en pantalla no es el original, el del Universo 1, el que él conoce perfectamente, sino uno parecido al 2, donde su padre es un triunfador y Biff un pringado.

Por tanto, Marty acaba en un universo que no se parece al que él conocía al principio de Regreso al Futuro (Back to the Future, 1985).


Método de viaje en el tiempo: DeLorean y Tren con Condensador de Fluzo
Número de viajeros principales: 3
Número de viajeros secundarios: 2
Velocidad del viaje: Instantáneo
Universos paralelos: Sí, 8
Universo inalterable: No
Viajes al pasado: Sí
Viajes al futuro: Sí
Complejidad: 2/5

sábado, 21 de marzo de 2015

El Retroceso (The Backtrack)

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Tras uno de los mayores clásicos de la literatura sobre los viajes en el tiempo paso a un libro mucho más actual, El Retroceso (The Bactrack, 2014), que presenta un tipo de viajes diferente a lo que estamos habituados a ver. Solamente tiene algún un mínimo punto de conexión con El mundo contrarreloj de Philip K. Dick, pero en este libro la influencia de los viajes tiene mucho más peso en la trama que en el libro del famoso escritor norteamericano.

Como es un libro reciente entiendo que muchos de los seguidores del blog no lo habrán leído, así que por si acaso advierto que en esta entrada se describen algunas reglas que rigen los viajes en el tiempo de esta novela que no se desvelan hasta el final de la misma. Así que si queréis evitar spoilers no leáis mucho, especialmente el texto que se encuentra tras el timeline.

La idea que presenta el libro es sencilla, ¿que pasaría si una persona normal descubriera que puede retroceder en el tiempo pero recorriéndolo en sentido inverso? ¿merecería la pena cambiar algo de tu pasado si estás obligado a revivir todo segundo a segundo?

Voy a dejar unas frases que el protagonista del libro utiliza para describir como son esos originales "viajes en el tiempo".

Definitivamente estaba yendo hacia atrás en el tiempo. Era como cuando rebobinábamos nuestras viejas cintas en VHS sin pulsar antes el botón de Stop.

Lo sucedido en las últimas horas lo había vivido, tanto cronológicamente, como al revés. No sólo eso. Lo había sentido. Se supone que cuando alguien ve el futuro no siente en su cuerpo el paso del tiempo, y tampoco lo vuelve a experimentar en sentido inverso.

Estos viajes en el tiempo son producidos por el protagonista del libro, que descubre accidentalmente esa capacidad y tiene que aprender a manejar.

Pero, entonces, ¿por qué podía yo moverme adelante y atrás en el tiempo? ¿Había tenido siempre esta capacidad y no la había descubierto hasta que me tuve que enfrentar a una situación importante en mi vida? 

Por tanto, no tenía que centrarme tanto en el objeto en sí, sino en los hechos que habían desencadenado la acción. En las dos ocasiones en las que había retrocedido había sucedido lo mismo. Me había concentrado en coordenadas temporales, no espaciales, y de esa manera había conseguido volver hacia los puntos en los que yo quería retomar la acción.

El libro se centra más en la parte psicológica de estos viajes en el tiempo, por lo que evita entrar mucho en la parte científica del asunto, y justifica los motivos.

¿Existía alguna teoría científica que lo explicara? Sabía lo mismo que cualquiera acerca de los agujeros de gusano, y tenía alguna vaga idea sobre la teoría de cuerdas. Pero esos conceptos estaban muy por encima de cualquier conocimiento de ciencias que yo pudiera tener. Además, aunque hubiera alguna teoría que pudiese explicar este fenómeno, no creo que me aclarara cómo vivir con él. Que yo sepa, ningún trapecista ha estudiado a Newton para desarrollar sus habilidades.

Esta forma de viajar en el tiempo implica que no necesariamente tienen que existir universos paralelos, y así lo he representado en el timeline del libro. En esta novela el universo tendría distintas ramificaciones, pero en esencia sería el mismo, ya que no existen otros paralelos en los que sucedan cosas diferentes.

Si lo pensaba bien, en el fondo todos viajamos en el tiempo, avanzando un segundo cada segundo, un día cada día. Lo extraordinario era que en esta ocasión también lo había hecho al revés. Todos lo habíamos hecho al revés. Era como si el universo estuviera montado en un tren y, en un momento dado, hubiera llegado a una vía muerta y rehecho el camino por los mismos raíles hasta llegar a un desvío.

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De la misma forma tampoco se podrían dar paradojas, ya que cada vez que el protagonista usa el retroceso se haría una especie de formateo para todas aquellas personas ajenas al mismo, y el tiempo vuelve a fluir en el sentido habitual, como si nada hubiera pasado; lo que quiere decir que no necesariamente se debe repetir exactamente lo mismo.

Observé que, cuando quería revivir alguna experiencia, nunca se repetía exactamente igual. En parte se debía porque yo había cambiado y ya no la sentía igual. Y es que ya decía el filósofo que no se puede entrar dos veces en el mismo río. Pero no era el principal motivo, ya que me percaté de que también cambiaba todo lo que sucedía a mi alrededor. Y era más evidente cuanto mayor era el retroceso.

Pero eso no implica que por conocer el futuro se tenga un control de lo que va a pasar, ya que hay actos que están muy enraizados en el tiempo.

La muerte de mi padre me hizo comprender que, por mucho que pudiera retroceder en el tiempo, no podía controlar todo, que algunas cosas eran inevitables y que, aunque pudiera evitar ciertas muertes, por un motivo u otro, yo también acabaría falleciendo.

Pero lo más interesante queda para el tramo final del libro, cuando se descubre que esa capacidad la pueden tener más personas. Como solo existe un universo, la utilización del retroceso por parte de otras personas implica que aquellos con este "poder", que son capaces de sentir lo que sucede en el tiempo en los dos sentidos, tengan que sufrir también los viajes iniciados por otros, con el conflicto que eso conlleva.

Ahí comprendí que cuando las personas tienen esa sensación de que ya han vivido algo, realmente están captando levemente el retroceso. Y si algunas personas podían experimentar los déjà vu, era más que probable que otras personas fueran capaces de provocarlos.
Por tanto, era posible que yo no fuera la primera persona que podía viajar al pasado y, siguiendo el mismo razonamiento, tampoco sería el último que pudiera hacerlo. Era bastante factible que alguien acabara de descubrir esa capacidad y la estuviera usando en ese preciso instante. En mi caso, el detonante del primer retroceso había sido el accidente de coche; antes no podía percibir la existencia del mismo. Pero ahora, que mantenía la capacidad de sentir los retrocesos en el tiempo, si una persona coetánea descubría su existencia y lo usaba por primera vez, yo también sería consciente del mismo.Tenía sentido. Si todos los objetos físicos del universo avanzan en el tiempo a una velocidad determinada, y algo o alguien obliga a que un elemento retroceda, el resto de los objetos tienen que hacerlo con él ya que, si alguno no lo hiciese, se encontraría en un marco temporal donde no existiría el universo al que pertenece. Sea científicamente riguroso o no, me parecía lo más lógico del mundo y me lo sigue pareciendo.El problema era que yo, desde el momento del primer retroceso, me percataba de estas idas y venidas en el tiempo provocadas por mí. Pero ni se me había pasado por la cabeza que también me pudieran afectar las que pudieran provocar otros. Y lo que es peor aún, que no fuera capaz de detenerlas. Si mi teoría era correcta, eso significaba que, a partir de ese momento, mi vida dependía de lo que esa otra persona hiciera con el tiempo y que, al igual que me estaba haciendo en ese instante, podría volver a borrar mi vida en el momento menos esperado.

El libro termina dejando abierta las puerta a todo un mundo de posibilidades con la posible existencia de más personas con esa capacidad, e incluso, a historias en otras épocas.

¿De veras crees que hay más gente que es consciente de nuestros retrocesos?
–La verdad es que no tengo ni idea. Podría ser. Si los hubiera, seguramente tendríamos que buscarlos en los manicomios del mundo, porque es probable que acabaran allí encerrados. Lo que es seguro es que ahora mismo sólo nosotros dos podemos movernos atrás y adelante en el tiempo.
–¿Y habrá habido alguna persona antes que nosotros?
–Es posible, pero ¿cómo saberlo? Sería imposible de descubrir. Si las hubo, serían personas con una vida aparentemente feliz, que hicieron muchas cosas en la vida y que murieron de muerte natural. Tal vez tras esas vidas presumiblemente perfectas se encuentra ese secreto.
–Siempre han dicho que Leonardo Da Vinci hizo un montón de cosas en la vida, ¿no? Quizá fuese un genio por el retroceso. Habría tenido todo el tiempo del mundo para sus pinturas y sus inventos.

En conclusión, una original novela sobre viajes en el tiempo, que presenta un punto de vista diferente sobre este género de la ciencia-ficción, y que a la vez sabe explotar la trama a medida que va mostrando las cartas hasta su as final.



Método de viaje en el tiempo: capacidad de algunas personas para invertir el sentido del tiempo
Número de viajeros principales: 1
Número de viajeros secundarios: 1
Velocidad del viaje: la misma a la que transcurren los hechos pero a la inversa
Universos paralelos: No, en todo caso hay periodos de tiempo paralelos
Universo inalterable: No
Viajes al pasado: Sí
Viajes al futuro: No
Complejidad: 2/5

martes, 3 de marzo de 2015

El fin de la Eternidad (The End of Eternity)

Isaac Asimov es, en mi humilde opinión, el mejor escritor de ciencia ficción que ha existido. La saga Fundación y sus historias sobre robots son conocidas por cualquier aficionado al genero. Sin embargo, El fin de la eternidad (The End of Eternity, 1955) es un libro que está a la altura de sus mejores novelas y no tiene la fama que se merece, a pesar de ser una de las mejores historias de viajes en el tiempo que he tenido la oportunidad de leer.

Como acostumbra el autor americano, el fondo de la novela tiene un gran fondo sociológico. En este caso nos encontramos con La Eternidad, una especie de organización encargada de controlar el comercio entre las distintas épocas de la historia de la humanidad, o eso cree la gente, porque en realidad lo que hace es modificar la historia a su antojo para intentar encontrar el equilibrio en todas las épocas.

Para ello lo que hacen es, tras minuciosos análisis, realizar pequeños cambios de realidad en instantes muy precisos (los Cambios Mínimos Necesarios, CMN) para provocar los cambios buscados (los Resultados Máximos Deseados, RMD). Estos cambios, tan pequeños como cambiar una lata de un sitio a otro, modifican el comportamiento de las sociedades futuras durante varios siglos debido al efecto mariposa. Estos cambios a veces son inmediatos en generaciones futuras y otros tardan más en extenderse a lo largo del tiempo, pero siempre consiguen sus objetivos, uno de los cuales es evitar que los humanos malgasten el tiempo en la exploración espacial. Veamos un poco lo que dice el libro sobre el tema

Los cambios no se producían siempre en el preciso instante de la Ejecución. Si los cálculos tenían un pequeño grado de error, podían pasar horas o días antes de que el Cambio se manifestase (contando, desde luego, en fisio-tiempo). Esto solo ocurría una vez descartados todos los posibles grados de libertad. Mientras existiera una posibilidad matemática de acontecimientos alternativos, el Cambio no se producía.

Cualquier alteración de la Realidad debe alcanzar cierta magnitud antes de que se efectúe un Cambio verdadero. Aun entonces, la Realidad tiene tendencia a regresar a su condición original. Por ejemplo, supongamos un Cambio aquí, en el Quinientos setenta y cinco. La Realidad cambiará con efectos progresivos hasta quizás el Seiscientos. Seguirá cambiando, pero con efecto decreciente, hasta quizás el Seiscientos cincuenta. Más allá la Realidad no resulta afectada. Todos sabemos que ocurre así, pero ¿alguno de nosotros conoce la causa? El razonamiento intuitivo nos sugiere que cualquier Cambio de la Realidad debe prolongar sus efectos sin límite a través de los Siglos, y, sin embargo, no sucede así.

Como una piedra arrojada a un estanque, la Ejecución fue extendiendo sus efectos y alcanzó el máximo en el Siglo 2481, a veinticinco Siglos de la Ejecución. La intensidad del Cambio de Realidad declinó a partir de aquel punto. Los teóricos decían que los efectos del Cambio se extendían hasta el infinito en el hipertiempo, sin llegar nunca a cero, pero que a cincuenta Siglos de distancia de la Ejecución, el Cambio se hacía demasiado pequeño para ser observado ni aun por los mejores Programadores, y que allí alcanzaba su límite práctico.

La Eternidad se creó en el siglo 27, tres siglos después de que el Campo Temporal fuese descubierto por Vikkor Mallansohn. La Eternidad no puede viajar a tiempos anteriores a este siglo de manera convencional, por lo que llama a esa época los Tiempos Primitivos, donde nada se puede cambiar. El futuro sin embargo es infinito, pero apenas se ha explorado más allá del siglo 70000, y lo poco que se sabe de ahí al siglo 150000 es que la humanidad ha desaparecido sin saber muy bien el motivo. A esta época la denominan los Siglos Ocultos.

A las personas que habitan en la Eternidad se les denomina Los Eternos, y están divididos en jerarquías. Por encima de todos está en Consejo Pantermporal, encargado de decidir los cambios que se realizaran en la historia para mejorar la existencia de la humanidad. Por debajo de este consejo hay varios rangos: Programadores, Analistas, Sociólogos, Observadores, y unos de los más respetados y temidos: los Ejecutores. Ellos son los encargados de ejecutar los CMN y de su pericia depende que la historia cambie a mejor. Sin embargo, que puedan modificar la vida de millones de personas a lo largo de siglos con un simple gesto hace que el resto de los Eternos les consideren personas frías y sin remordimientos.

Uno de estos ejecutores es Andrew Harlan, el protagonista del libro. Él, como todos los Eternos, ha pasado por cuatro fases: la Temporal, en la que tenía una vida normal en el tiempo normal, en el siglo 95; la fase de Aprendiz, en la que se inician en la Eternidad tras ser reclutados; la fase de Observador, donde visitan los siglos analizando cómo evolucionan las sociedades y como afectan los cambios producidos por los Ejecutores; y por último, la fase de Especialista, donde se especializó como Ejecutor.

A partir de ahí Adrew se mueve principalmente entre el siglo 575 ,donde es enviado para ser el ayudante de Laban Twissell, y el 482, su destino inicial y donde conoce a Noÿs Lambent. Curisosamente, aunque Adrew esté destinado al siglo 575 en ningún momento durante el libro va a la Realidad en ese siglo, a pesar de que sí que hace viajes a otras épocas para realizar su trabajo. Pero dejando atrás esa anécdota veamos la línea temporal que sigue el personaje principal (que no el libro, que empieza cuando llega al siglo 2456).

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Como se puede ver, he situado en primer lugar el universo de donde viene Noÿs, ya que desde allí pueden ver todos los universos, como explica al final del libro:

Ya te he dicho que existe un número infinito de cualquier subclase posible de Realidades. No importa cuán finamente ajustemos el foco de nuestra visión hacia una Realidad dada, lo que contemplamos siempre representa un número infinito de Realidades muy parecidas.

Desde allí su sociedad descubre la Eternidad y van a un punto donde podrán cambiarla.

Por otro lado tenemos una primera Eternidad, que es la que describe Cooper/Mallansohn en sus memorias, y que correspondería al ciclo anterior al que pertenece la trama del libro, ya que, como bien explica Twissell, el tiempo cuando existen los viajes temporales no deja de ser un circulo infinito que varía en función de las probabilidades que tiene de cambiar.

—Siempre existe la posibilidad de variaciones fortuitas. Con un número infinito de Realidades, no puede existir lo que llamamos determinismo. Supongamos que en la Realidad de Mallansohn, en el giro anterior del círculo... 
—¿El círculo gira indefinidamente? —preguntó Harlan con un resto de curiosidad que aún quedaba en su interior.
—¿Creyó que solo lo hacía dos veces? ¿Se figura que el dos es un número mágico? El círculo gira un número infinito de veces dentro de un fisio-tiempo finito. Lo mismo que se puede seguir pasando el lápiz un número infinito de veces sobre la circunferencia de un círculo, y sin embargo el área abarcada es finita. En los giros anteriores del círculo, usted no se había encontrado a sí mismo. Esta vez, la incertidumbre estadística de las cosas lo hizo posible.

Esa Eternidad afecta al Universo 2, donde vive Cooper inicialmente, y crea el Universo 3, al dejar en el Siglo 24 al futuro inventor de la Eternidad (en nuestro caso Eternidad 2). Esta Eternidad 2 es la que vivimos como lectores junto a Andrew Harlam y es la que modifica todos los universos posteriores. He tenido en cuenta que los cambios de universo se daban cuando se realizaban grandes cambios en la Realidad. Citando al protagonista del libro:

No era fácil explicar los microcambios causados por cada una de las interferencias con el Tiempo, los cuales podían alterar la vida de algunas personas sin efectos apreciables en el conjunto del Siglo. Hasta los Eternos olvidaban a veces la diferencia que existía entre los microcambios (con «c» minúscula) y los Cambios (con «C» mayúscula) que alteraban completamente la Realidad.

Así llegamos hasta el Universo 11, que se supone que es el que más se aproxima al estado básico de la Historia, o al circulo inicial que he citado anteriormente.

Hasta aquí una explicación de la trama del libro y de sus viajes en el tiempo. Sin embargo Asimov va mucho más allá de la narración de una historia original y perfectamente atada, sino que a lo largo del libro lanza grandes ideas sobre los viajes en el tiempo.

Veamos, lo primero de todo cómo afectan los cambios a las personas.
Ningún ser humano en el Tiempo pudo advertir que se hubiera producido un Cambio. La mente cambiaba al igual que la materia, y solo los Eternos permanecían en el exterior para ser testigos del Cambio.
Esto no se aplica necesariamente a los Eternos:
Mi escudo electrónico de protección me mantiene en el fisio-año, de modo que no puede afectarme ningún Cambio, ¿comprendes?

Esta idea alcanza su máximo sentido dramático en los últimos capítulos, cuando cada decisión que toman Twissell y Harlan para descubrir en qué siglo está Cooper pone en peligro su existencia. Si hacen una elección equivocada y no desaparecen, es que aún es posible salvar la Eternidad. En el momento en que tomen una decisión errónea e irrevocable, la Eternidad desaparecerá y ellos ni serán conscientes de ello.

Veamos ahora algunas curiosidades sobre la Eternidad y los viajes en el tiempo.

 En este momento ni usted ni yo tenemos materia, a pesar de las apariencias. Cien personas distintas podrían estar usando este aparato al mismo tiempo, moviéndose (si podemos llamarlo movimiento) a diversas velocidades en cada dirección del Tiempo y pasaríamos unos a través de los otros, sin darnos cuenta de nuestra mutua presencia.
En la Eternidad no existía el Tiempo tal como se le consideraba normalmente en el universo exterior, pero los organismos de los hombres envejecían y ésta era la inevitable medida del Tiempo, aun en ausencia de fenómenos físicos significativos. Fisiológicamente el Tiempo pasaba, y en un fisio-año en la Eternidad un hombre se hacía tan viejo como hubiera ocurrido durante un año ordinario en el Tiempo normal.
A continuación pongo un fragmento largo donde se discute el tan manido tema de las paradojas, de una manera muy clara. En él un personaje especula sobre su existencia:

Examinemos un caso más posible y más fácilmente analizado, y tomemos la situación de un hombre que en sus viajes a través del Tiempo llegase a encontrarse a sí mismo.(...)Veamos los cuatro casos que puede plantear tal situación. Llamemos A al hombre que llegó primero en el fisio-tiempo, y B al que llegó después. Primer caso, A y B no llegan a verse uno al otro, ni hacen nada que pueda afectar en forma significativa a cualquiera de los dos. En tal caso, en realidad no se han encontrado y podemos considerar la situación como trivial.»O bien B, el que llegó el último, puede ver a A mientras A no ve a B. Aquí tampoco pueden esperarse consecuencias serias. B, al ver A, lo ve en una posición y ocupado en actividades de las que ya tenía conocimiento. No, hay ninguna complicación nueva. La tercera y cuarta posibilidades consisten en que A vea a B, mientras B no ve a A, o que A y B se vean el uno al otro. En cada una de estas posibilidades, el punto crucial está en que A ha visto a B; el que el hombre del pasado se ha visto a sí mismo en el futuro. Fíjense en que así averigua que seguirá vivo hasta la edad aparente de B. Sabe que vivirá lo bastante para poder realizar la acción de que ha sido testigo. Un hombre que conozca su propio futuro, aunque sea en el más pequeño detalle, puede actuar con arreglo a tal seguridad y, por tanto, cambiar su propio porvenir. Se comprende que la Realidad debe cambiar para impedir que A y B se encuentren, o por lo menos para hacer imposible que A vea a B. Entonces, y dado que nada de lo sucedido en una Realidad que ha sufrido un Cambio tiene efectos posteriores, A nunca se ha encontrado con B. Igualmente, en cada una de las aparentes paradojas del viaje en el Tiempo, la Realidad siempre cambia por sí misma para evitar tales paradojas, y llegamos a la conclusión de que no existen paradojas en el viaje a través del Tiempo, y de que no pueden existir nunca.

Y por último otro comentario habitual respecto a los problemas del viaje en el tiempo debido al movimiento de los astros en el espacio.

No se puede separar el Tiempo del Espacio. Al movernos a través del Tiempo, compartimos los movimientos de la Tierra. ¿O acaso cree que un pájaro que vuela por el aire queda desamparado en el espacio porque la Tierra gira alrededor del Sol a una velocidad de treinta kilómetros por segundo?

Podría llenar así todo el blog ya que en cada página hay ideas muy interesantes sobre el tema. Si os gustan las historias de viajes en el tiempo, sin duda, es un libro imprescindible.


Método de viaje en el tiempo: A través de cabinas instaladas en la Eternidad
Número de viajeros principales: 1
Número de viajeros secundarios: 3
Velocidad del viaje: Casi Instantáneo
Universos paralelos: Sí, 11 en la Realidad y al menos 2 en la Eternidad
Universo inalterable: Los años ocultos son inalterables
Viajes al pasado: Sí
Viajes al futuro: Sí
Complejidad: 5/5